En la serie de 24 estaciones del calendario solar japonés, del 8 al 23 de octubre es el periodo de Kanrō, o helada blanca. Es durante este periodo cuando el rocío se transforma en escarcha blanca por la aparición del frío nocturno. Es el comienzo del otoño, tras la estación de las lluvias.
Los árboles se ponen sus coloridos abrigos, las hojas empiezan a caer y las aves, como las golondrinas, inician su migración hacia el sur. Es la estación en que los crisantemos florecen. En Japón, esta flor tiene un significado completamente distinto al nuestro: el crisantemo amarillo simboliza el sol, la luz y la inmortalidad. Se ha convertido en el símbolo nacional de Japón, donde el 9 de septiembre se celebra el Festival de la Felicidad. Ésta es sin duda la estación para los amantes del color, como el fotógrafo japonés Hidenobu Suzuki, cuyo enfoque de la fotografía se asemeja a la pintura japonesa con sus colores crudos. Nos lleva de viaje por la exuberante campiña japonesa, con sus distintas estaciones. La espiritualidad ancestral de Japón nace de la contemplación de sus paisajes. Es esta serenidad la que Hidenobu Suzuki ofrece a través de sus magníficas imágenes de la naturaleza.Sigue su cuenta de Instagram, ¡es una maravilla! La foto de abajo de Hidenobu Suzuki me recuerda a la caja de té Lotus ilustrada por Anne-Julie Aubry. Muestra una carpa koi nadando tranquilamente bajo nenúfares.